Mientras el paro de transporte mantiene paralizadas 13 de las 14 líneas urbanas de San Miguel de Tucumán, la Línea 8 continúa prestando servicio con normalidad. Su titular, Sergio Gómez Sansone, explicó la decisión de no adherir a la medida de fuerza y lanzó duras críticas contra la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) encabezada por César González.

"Esto no es una decisión empresarial; es el gremio el que ha decidido suspender los servicios. Nosotros estamos trabajando porque creemos que el paro no es el camino. No se puede negociar con un revólver en la boca, esto es patoterismo sindical", sostuvo el empresario en declaraciones a la prensa.

Gómez Sansone calificó el paro como "selectivo e ilegal" y afirmó que las actitudes del gremio "confirman la mafia que domina al sector". "No podemos seguir tolerando esto. Tenemos que aprender a hablar otro idioma, el del respeto y el diálogo", insistió.

Acusaciones graves y denuncias de violencia

El titular de Rayo Bus, empresa operadora de la Línea 8, aseguró haber sido víctima de amenazas y campañas de difamación por parte de sectores sindicales. "Tienen una animosidad particular conmigo porque los denuncié por violencia de género y extorsión. A mi hija la golpearon en una reunión. Esto muestra cómo operan", denunció.

Gómez Sansone reveló que en otras empresas los representantes gremiales impiden físicamente la salida de los colectivos: "Cuando hicieron el paro anterior, se pararon en la puerta y no dejaron salir a los trabajadores. A mí no me lo hicieron porque saben que no lo iba a permitir".

Propuesta de diálogo y análisis de costos

El empresario reiteró su rechazo a las medidas de fuerza y pidió retomar el diálogo entre las partes: "El paro no es el camino. No se puede torcer el brazo del otro para negociar. Con medio Tucumán parado, no hay manera de encontrar una salida de fondo".

Además, reclamó una discusión transparente sobre los costos reales del sistema, señalando que "entre lo que recaudamos y lo que recibimos del Estado, el boleto nos da a mil pesos. Si a eso le sumás los impuestos y los gastos fijos, el servicio se vuelve inviable".

En sus declaraciones finales, defendió el rol de los empresarios del transporte: "Nos levantamos a las cinco de la mañana, trabajamos sin descanso y damos empleo a 3.000 familias. No somos enemigos del usuario ni del trabajador. Queremos un transporte público digno, pero para eso hacen falta recursos y diálogo".