El conflicto entre la Municipalidad de San Miguel de Tucumán y las empresas de transporte urbano escaló este lunes con la implementación de suspensiones rotativas de personal y la advertencia de una inminente reducción de frecuencias, mientras el gremio de trabajadores evalúa adoptar medidas de fuerza.

El vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), Jorge Berretta, confirmó que comenzaron a regir las primeras suspensiones de choferes, afectando inicialmente a aproximadamente 150 trabajadores. "Algunas empresas ya comenzaron con suspensiones rotativas de personal", amplió el directivo.

Berretta justificó las medidas al señalar que "hace tiempo venimos planteando reclamos y propuestas, y no hemos encontrado respuestas del municipio, que es el poder concedente del servicio". Afirmó que "las empresas de San Miguel de Tucumán son las más endeudadas y con mayores dificultades para seguir adelante".

El conflicto se agudizó tras las elecciones legislativas del 26 de octubre. Al día siguiente, la Aetat envió una nota al municipio responsabilizando a las autoridades políticas por la crisis del sector y advirtiendo sobre un colapso inminente, al tiempo que solicitaba una reunión urgente para discutir un nuevo modelo de financiamiento basado en el kilómetro recorrido en lugar del pasaje vendido.

La respuesta municipal, firmada por el fiscal Conrado Mosqueira, calificó la nota de los empresarios como precedente de una "amenaza de cese inmediato del servicio" si no se proveía un subsidio de $2.000 millones, lo que motivó la advertencia de una denuncia penal por el delito de extorsión.