El gobierno de Estados Unidos elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro, en una medida sin precedentes contra un jefe de Estado activo. La decisión, anunciada el 7 de agosto, se produce días después de que el Departamento del Tesoro designara al Cartel de los Soles —vinculado al chavismo— como organización terrorista global.

Según autoridades estadounidenses, el cartel operaría como una "multinacional del narcotráfico" con ramificaciones en México, Centroamérica y Europa, utilizando infraestructura estatal venezolana. Documentos judiciales señalan a Maduro como su líder, junto a altos mandos militares y figuras clave del régimen, como Diosdado Cabello y Cilia Flores. La fiscal general Pamela Bondi confirmó el embargo de 700 millones en bienes del mandatario, incluyendo aviones y propiedades en EE.UU.

La reciente elección de alcaldes en Venezuela —donde el oficialismo ganó 285 de 335 municipios— habría reforzado el control territorial del cartel, según análisis de InsightCrime. Opositores detenidos en 2025 facilitaron la dominación de zonas clave para el tráfico de drogas y armas. Marco Rubio, secretario de Estado, calificó al grupo como "amenaza hemisférica", vinculándolo con el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa.

Maduro, aislado internacionalmente, ha respondido fortaleciendo su alianza con las Fuerzas Armadas y grupos como las FARC. Pruebas presentadas en tribunales de EE.UU. —incluidas en el juicio a "El Chapo" Guzmán— detallan cómo el cartel movilizaba cocaína desde pistas aéreas venezolanas. Ecuador también lo declaró terrorista, evidenciando su expansión regional.