Irán lanzó este sábado una advertencia directa a Estados Unidos, Reino Unido y Francia, amenazando con atacar sus bases militares y buques en el Golfo Pérsico y el mar Rojo si intervenían para frenar su ofensiva contra Israel. "Cualquier país que ayude a Israel será un objetivo", declararon fuentes del gobierno iraní, en un mensaje difundido horas después de que misiles balísticos impactaran en Tel Aviv y Jerusalén, dejando al menos dos muertos y 60 heridos según autoridades israelíes.

El portavoz militar iraní, general Abolfazl Shekarchi, afirmó que los ataques son solo "una parte" de una operación más amplia para hacer "arrepentir a los criminales sionistas". La escalada se produce tras los bombardeos israelíes del viernes contra instalaciones nucleares iraníes, que según Teherán causaron más de 80 muertos, incluidos el comandante Hossein Salami y científicos clave de su programa atómico.

En Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu prometió responder con todas las operaciones necesarias para "garantizar la supervivencia del país". Servicios de emergencia reportaron que un misil impactó cerca de viviendas en el centro del país, matando a dos civiles. Las sirenas antiaéreas sonaron en múltiples ciudades, mientras Irán aseguró haber dañado decenas de radares y lanzamisiles israelíes.

Teherán descartó cualquier negociación nuclear con Estados Unidos tras los ataques, calificándolas de "sin sentido". Las declaraciones reflejan un punto de no retorno en la crisis, con ambas partes comprometidas a continuar las hostilidades. Testigos en Irán describieron escenas de caos en ciudades como Isfahán, donde se ubicaban blancos militares estratégicos.

La comunidad internacional sigue con alarma el conflicto, que podría arrastrar a potencias occidentales. Analistas advierten que un ataque iraní contra bases estadounidenses en la región desencadenaría una respuesta masiva, en un escenario que amenaza con expandir la guerra a todo Oriente Medio.