El Vaticano compartió este viernes las últimas imágenes del papa Francisco antes de sellar su féretro, en una ceremonia íntima celebrada en el Altar de las Confesiones de la Basílica de San Pedro. El Pontífice, fallecido a los 88 años por un derrame cerebral, fue amortajado con una casulla roja, mitra blanca y un rosario entre sus manos, junto a símbolos de su ministerio como el anillo de plata y el palio con cruces negras.

El camarlengo Kevin Farrell lideró el rito de sellado, colocando una cruz, el escudo vaticano y una placa conmemorativa que detalla su nombre, años de vida y duración de su pontificado (2013-2024). Antes de cerrar el ataúd, el cuerpo fue cubierto con un velo blanco y bendecido por un cardenal, en presencia de familiares cercanos y autoridades eclesiásticas.

Como marca la tradición, se leyó el Rogito —documento en latín que resume su vida y obra—, el cual fue guardado en un tubo de metal sellado y depositado dentro del féretro junto a monedas y medallas acuñadas durante su papado. "Este texto viajará con él como testimonio eterno", explicó Vatican News.

La ceremonia concluyó a las 21:00 (hora de Italia), dando paso a una vigilia de oración del Capítulo de San Pedro durante toda la noche. Este sábado, el féretro será trasladado en procesión solemne hacia la Plaza San Pedro para el funeral masivo, donde se esperan 2 millones de personas, incluidos 200 líderes mundiales.

Francisco, el primer Papa jesuita y latinoamericano, recibió un adiós acorde a su estilo: sobrio pero lleno de simbolismo. Desde el rosario —que siempre llevaba— hasta el palio que usó en su primera misa papal, cada elemento reflejó su legado de humildad y servicio a los pobres.

Mientras Roma se prepara para la despedida final, el Vaticano confirmó que su tumba estará en las Grutas Vaticanas, junto a sus predecesores. Un destino que, como él mismo pidió, será "simple y accesible a todos".