La diputada nacional Paula Omodeo (CREO) exigió  que el gobierno deje de despilfarrar fondos sin control, a raíz del reciente decreto 755/2025, firmado por el gobernador Osvaldo Jaldo, por la cual se dispuso una ampliación presupuestaria de $6.300 millones destinada a las 93 comunas rurales de la provincia. 

Pero su reclamo no fue solo por el monto, sino por la falta de mecanismos de control sobre esos recursos públicos.

“La plata no falta. Falta orden… y falta vergüenza. Se nos ríen en la cara”, señaló Omodeo, quien reclamó que, tanto el Poder Ejecutivo como las comunas, rindan cuentas claras de cómo se utilizan los fondos del Estado.

Según explicó la parlamentaria, el artículo 9 del presupuesto provincial habilita el envío de partidas a las comunas sin requerir informes de ejecución, ni detalles de destino ni auditorías posteriores. “Básicamente: se manda plata a un agujero negro”, describió en su cuenta de la red social X (ex Twitter).

Omodeo alertó que el decreto autoriza una suba en el presupuesto de la Secretaría de Municipios y Comunas, sin exigencia de trazabilidad ni planificación previa. “Cada comuna recibió en promedio $67 millones. ¿En qué se gasta esa plata? No hay un plan, no hay control, ni siquiera una mínima obligación de informar. Eso no puede seguir pasando”, recriminó.

En ese sentido, planteó que el reparto de fondos debería ir acompañado de exigencias de gestión, objetivos concretos y transparencia. “¿Sabés lo que se podría hacer con eso? Hospitales, escuelas equipadas, rutas, caminos, puentes. Pero esa plata no llega a los tucumanos. No la vemos. Porque no hay seguimiento, no hay control”, sostuvo.

Además, advirtió que esta situación se repite cada año electoral. “Empezó el fondeo electoral. La historia que se repite cada vez que hay elecciones en Tucumán: millones que se reparten sin control y sin transparencia”, agregó.

La diputada también contrastó el manejo de los fondos con las condiciones que vive a diario la población. “Mientras reparten millones a ciegas, los tucumanos: esperamos 3 horas en una guardia sin insumos; mandamos a nuestros hijos a una escuela sin agua; vivimos en barrios donde no hay calles, ni alumbrado, ni seguridad”, escribió.

Finalmente, Omodeo insistió en que la rendición de cuentas debe ser obligatoria. “El problema no es que falte plata. Es que falta vergüenza. Y eso solo se corrige con controles reales, con instituciones fuertes y con una ciudadanía que exija saber qué se hace con cada peso que le pertenece”, concluyó.