El gobernador Osvaldo Jaldo encabezó este viernes una doble jornada política para consolidar al peronismo tucumano de cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre. Tras reunirse con el vicegobernador Miguel Acevedo y la intendenta Rossana Chahla —con quienes acordó una estrategia conjunta—, recibió a más de 20 exintendentes que se sumarán a la campaña. "Son líderes que conocen el territorio y reforzarán nuestro mensaje", destacó.

En declaraciones a la prensa, Jaldo subrayó que la unidad es el objetivo prioritario, pero dejó una puerta abierta: "Aspiramos al 100% de consenso, pero si no se logra, la carta orgánica prevé internas". El Congreso Provincial Partidario —que ya está en funciones— será clave para definir candidaturas y representantes en el Congreso Nacional del PJ.

La convocatoria a exjefes comunales no fue casual: incluyó a figuras de distintas corrientes internas, desde aliados incondicionales hasta exrivales. "Han demostrado compromiso con este nuevo desafío", valoró el mandatario, en un claro intento por neutralizar fracturas históricas. Entre los presentes habrían estado exintendentes de municipios clave como Lules, Monteros y Tafí Viejo.

Pese al énfasis electoral, Jaldo insistió en que la gestión no se detiene: "Fue una mañana de trabajo institucional priorizando problemas reales". Mencionó avances en obras públicas y el diálogo con Nación para financiar programas sociales, aunque evitó dar detalles sobre posibles candidatos a diputados.

El mensaje buscó equilibrar dos frentes: proyectar cohesión ante el electorado —en un año donde el oficialismo nacional apuesta al desgaste opositor— y preservar gobernabilidad en medio de demandas locales. "En Tucumán, el PJ no solo compite; gobierna", remarcó un asesor cercano.

Con menos de 5 meses para los comicios, la apuesta de Jaldo es clara: un peronismo unido en la diversidad, donde Acevedo y Chahla —dos figuras con peso propio— operen como pilares territoriales. El próximo paso será definir si la fórmula se sellará en una mesa o en las urnas.