Un nuevo estudio nacional de DC Consultores, realizado entre el 6 y el 8 de diciembre de 2025 (1.710 casos, relevamiento por dispositivos móviles, margen de error +/- 2,2%), describe un clima social donde la palabra “reforma” deja de ser un tabú y pasa a ser demanda. El trabajo, enfocado en el rol del Estado, reformas estructurales y sindicatos, expone un dato contundente: siete de cada diez entrevistados consideran urgente una reforma laboral, y la mayoría la asocia directamente al desarrollo.

Ante la pregunta sobre urgencia, el 61,4% elige “muy urgente (frena el desarrollo)” y otro 10,53% se ubica en “urgente”, mientras que el 21,05% sostiene que no es nada urgente por temor a pérdida de derechos. Pero cuando se pregunta por el contenido del debate parlamentario, la opción dominante no busca un ajuste quirúrgico: el 45,58% responde que el Congreso debería discutir “todo” lo referido a la reforma laboral. Y en el detalle, se destacan los juicios laborales (19,73%) y las nuevas relaciones laborales (17,01%) como focos relevantes.

El capítulo sobre el Estado traza una línea todavía más dura: el 65,97% define al Estado argentino “sin reformas” como un obstáculo por burocracia, frente a minorías que lo ven como equilibrio (10,42%) o protector (6,25%). En la lectura política, el dato sugiere que la legitimidad del Estado “tal como está” aparece erosionada: no se lo percibe como garante, sino como traba.

En seguridad, el informe muestra una agenda marcada por reclamos de “consecuencias”. Ante la consulta sobre qué debería hacerse primero para resolver la inseguridad, las dos respuestas principales casi empatan: penas más severas (35,21%) y política de reincidencia (34,51%). Más atrás queda la baja de imputabilidad (21,83%) y, en último lugar, la idea de cárceles privadas (8,45%).

El apartado sindical aporta otro dato clave para la lectura del momento: aunque el 40,82% todavía considera importantes a los sindicatos en la vida laboral, el 59,18% cree que no lo son. Pero lo más decisivo aparece cuando se pregunta por representatividad: el 80,69% afirma que los sindicatos no representan a los trabajadores y los define como “un negocio”, contra un 19,31% que dice “sí, me defienden”.

Paradójicamente, el informe registra consenso en un terreno de futuro productivo: los parques industriales. El 76,03% sostiene que “pueden ser importantes” si existe una política adecuada, y otro 21,23% los considera necesarios pero obsoletos. Es decir, con matices, la gran mayoría valida la herramienta, aunque condiciona su eficacia a reglas claras y ejecución.

Finalmente, el “bonus track” sobre 2027 exhibe un escenario donde la opción “Javier Milei (reelección)” alcanza 52,08%, y el segundo lugar lo ocupa una categoría que no propone un nombre, pero sí una frontera política: “Falta (pero volver atrás ni loco)” con 27,08%. Axel Kicillof reúne 18,75%, mientras que Pullaro y Gebel aparecen con porcentajes marginales.

En síntesis, el informe de DC Consultores no sólo pone números: describe una opinión pública que empuja hacia reformas (laborales, estatales, de seguridad), exhibe una fuerte desconfianza en la representación sindical y, al mismo tiempo, mantiene expectativas sobre un horizonte productivo si la política “hace bien” su parte.