NACIONALES
22 de noviembre de 2025
"Yo me ocupaba de cambiar los pesos por dólares": el testimonio clave que desnuda el circuito K del dinero

Ernesto Clarens, financista de Lázaro Báez, detalló ante el tribunal su rol en la maquinaria de coimas. Reveló el mecanismo de recaudación, la conversión a divisas y las entregas en la residencia Kirchner.
"Yo me ocupaba por cambiar los pesos por dólares". Con esa frase, Ernesto Clarens, financista de Lázaro Báez, definió ante el tribunal del juicio de los Cuadernos su función central en el mecanismo de recaudación ilegal que operó durante los gobiernos kirchneristas. Su declaración como imputado colaborador describió minuciosamente el circuito del dinero proveniente de coimas en la obra pública.
Según su testimonio, leído en la tercera audiencia, el sistema comenzaba con empresarios de la construcción llevando sumas en pesos a sus oficinas. "Entre los enviados habituales mencionó a Collazo por HELPORT, Santiago Altieri por IECSA, Eduardo Kennel por CHEDIACK, Losi en persona, Tito Biaggini por CARTELLONE, Copola por ESUCO, Aznar por DECAVIAL y Gerbi por COARCO", detalló Clarens, destacando que en la mayoría de los casos los titulares de las firmas participaban directamente.
Su tarea específica era la conversión de divisas: "Cambiar los pesos recibidos por dólares en el mercado informal, obteniendo una comisión que constituía su ganancia en negro". Para ello recurría a un corredor llamado Vallarino, operando en "cuevas" financieras y, en ocasiones, a través de la mesa de dinero del Banco Finansur.
Las entregas a Daniel Muñoz
Clarens reveló que Daniel Muñoz, secretario privado de Néstor Kirchner, era su nexo directo. "Muñoz le indicaba los lugares de encuentro para la entrega de dinero, que variaban según el monto a transferir". Las entregas se realizaban en el Hotel Panamericano, donde Muñoz tenía una habitación, o en el edificio de Juncal y Uruguay, residencia del matrimonio Kirchner.
"Nunca accedió al departamento, sino que Muñoz lo recibía en el hall de la planta baja", precisó sobre los encuentros en la residencia presidencial. En una etapa posterior, Muñoz le solicitó específicamente euros en billetes de quinientos "por su menor volumen físico".
El destino final del dinero
El testimonio más impactante llegó al describir el destino final del efectivo. Clarens reveló que "Muñoz le había contado que el dinero en efectivo se almacenaba en archivos metálicos dentro de una bóveda en el subsuelo de la casa del matrimonio Kirchner en El Calafate, donde se percibía un fuerte olor a tinta".
Además, detalló el sistema de transporte: "El dinero se transportaba los viernes en aviones oficiales que partían del sector militar de Aeroparque y aterrizaban en Río Gallegos o en El Calafate, siendo este último el destino final de los fondos".
La intervención de Cristina Kirchner
Clarens también se refirió a la expresidenta Cristina Kirchner, actualmente procesada en la causa. Relató que tras la muerte de Néstor Kirchner, "la entonces presidenta ordenó que se adjudicara una obra en el sur a Cristóbal López", concretamente el tramo Perito Moreno - Bajo Caracoles de la Ruta 40.
Según su versión, "José López le encomendó a Clarens que contactara a todos los compradores del pliego para informarles que la obra estaba destinada a López y que debían desistir o acompañar". Finalmente, la adjudicación recayó en Cristóbal López.
El colaborador estimó que el dinero movilizado en este esquema de recaudación "rondó los USD 30 millones", describiendo un mecanismo que funcionó sistemáticamente hasta que, tras la muerte de Néstor Kirchner, "Wagner y López le informaron que la recaudación se había discontinuado".









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