POLITICA
22 de julio de 2025
Según una consultora, el 53% de los argentinos se declara antimileísta

Un informe de la consultora Zuban Córdoba revela que más de la mitad del electorado piensa votar contra el gobierno en las legislativas.
El último informe nacional de la consultora Zuban Córdoba muestra un dato clave para entender el escenario electoral de cara a octubre: el 53,6% de los argentinos se identifica como antimileísta, mientras que apenas el 28,1% se reconoce como afín al presidente Javier Milei. El resto, un 18,3%, no sabe o no contesta.
La encuesta, realizada entre el 15 y el 17 de julio sobre una muestra nacional de 1300 casos, revela además que el 56,8% desaprueba la gestión del gobierno, frente a un 42,8% que la respalda. Se trata de un nivel de rechazo que viene consolidándose desde mayo, sin mostrar indicios de reversión.
Pero más allá de las cifras duras, lo que marca tendencia es el trasfondo emocional y simbólico que motoriza el voto: más de la mitad del electorado (52,8%) asegura que votará para castigar al gobierno, mientras que sólo un 38,3% lo haría para premiarlo. Incluso entre quienes votaron por Milei en primera vuelta, un 64,9% expresa hoy voluntad de sanción.
Del rechazo económico al rechazo estructural
Cuando se les consulta a quienes dicen que votarán en contra del gobierno qué razones los motivan, surgen argumentos que exceden la economía:
-
El 25,5% menciona que no ve ningún cambio.
-
El 25,4% apunta a la “destrucción del Estado y las políticas públicas”.
-
Un 15,4% define al gobierno como “cruel”.
Esta dimensión simbólica y ética del rechazo es una novedad. Ya no se trata solamente del bolsillo, sino de una percepción generalizada de desprotección, hostilidad estatal y retroceso en derechos. La imagen de Milei como un "riesgo para la sociedad" es compartida por el 55,4% de los encuestados.
El sostén oficialista: simbología, más que resultados
En contraposición, entre quienes todavía apoyan al presidente, el 25,1% valora el control de la inflación, el 23,6% el enfrentamiento con la “casta política”, y el 19,7% destaca la honestidad o transparencia. Es decir, Milei conserva una base fiel que lo acompaña más por su discurso rupturista y sus símbolos que por los efectos concretos de su gestión.
El núcleo duro mileísta existe, pero se achica frente a una oposición cada vez más movilizada y emocionalmente motivada. De hecho, el kirchnerismo también muestra señales de reactivación: el 34,3% se reconoce como kirchnerista (suba de 7 puntos desde enero), frente a un 45,2% que aún se define como antikirchnerista.
Crisis de representación y voto resignado
Un 68,1% de la población aún cree que su voto tiene impacto en las decisiones políticas del país, pero un dato inquietante aparece en paralelo: el 21,6% ha considerado no votar. Esto sugiere que, aunque el voto sigue siendo visto como herramienta de expresión, también crece el desencanto con la política institucional.
¿Qué se juega en octubre?
El informe advierte que las elecciones legislativas de octubre se perfilan como un gran plebiscito. Y si bien no se elige presidente, el resultado tendrá consecuencias políticas profundas. El antimileísmo no solo crece, sino que se está consolidando como una identidad transversal. Y lo hace con una narrativa que mezcla frustración, agotamiento y resistencia frente a lo que consideran una agresión del Estado hacia la sociedad.
En este contexto, la pregunta no es solo cuántos votarán en contra del gobierno, sino qué fuerza política será capaz de canalizar ese rechazo en una alternativa concreta. Mientras tanto, Milei enfrenta el dilema de todo presidente disruptivo: sostener la épica del cambio sin perder legitimidad democrática.
Seguinos
3814574800