En un tono combativo, el presidente Javier Milei desmintió categóricamente que el exgobernador de Misiones, Carlos Rovira, lo haya contactado para influir en el voto de los senadores de esa provincia durante el tratamiento del proyecto de "Ficha Limpia". Acusó al diario Clarín de publicar "una burda mentira" y sostuvo que el medio actúa bajo presión para obtener concesiones en telecomunicaciones: "Están con periodistas 'ensobrados'", afirmó. Además, responsabilizó al kirchnerismo y a Juntos por el Cambio por el fracaso de la iniciativa, aunque aclaró que volverá a impulsarla.

Milei también se refirió a las denuncias judiciales contra los periodistas Carlos Pagni, Ariel Lijalad y Viviana Canosa. A los dos primeros los acusó de "banalizar el Holocausto" al llamarlo "nazi", mientras que a Canosa la criticó por afirmar que su partido "vendía candidaturas". "Tengo documentadas sus calumnias desde 2023", aseguró, y cuestionó su capacidad intelectual con ironía: "Yo supero los psicotécnicos; ella, con su coeficiente bajo, no lo entendería".

Sobre el Papa Francisco, el mandatario reveló que le pidió perdón tras conocerlo personalmente y destacó su pedido de proteger a los más pobres: "Le cumplí: sacamos a 10 millones de la pobreza", dijo, aunque sin precisar datos oficiales. Sobre la posible asunción del próximo pontífice ("León XIV"), mencionó que viajaría si no coincide con las elecciones porteñas.

Autodefensa y proyección política

Milei defendió su gestión asegurando que heredó "la peor economía de la historia" pero evitó una hiperinflación. Prometió "inflación cero para 2026" y elogió a Patricia Bullrich por el Protocolo Antipiquetes. Sobre su hermana Karina, la llamó "la hacedora de LLA" y rechazó comentarios machistas sobre su pasado laboral. "Si los argentinos quieren, seguiré; sino, me retiraré al campo con mis perros", concluyó.