La figura de Javier Faroni, cuyo domicilio fue allanado este martes en el marco de la causa por presunto desvío de fondos en la AFA, emerge de una trayectoria profesional que navegó entre el teatro, la política y los negocios con el fútbol, construyendo una red de contactos que culminó en una estrecha asociación con el presidente de la entidad, Claudio "Chiqui" Tapia.

Nacido en Mar del Plata, su vocación artística nació a los 11 años tras un encuentro casual con el actor Carlos Calvo, quien lo invitó a observar una función desde detrás del escenario. Faroni se convirtió en su aprendiz, escalando posiciones hasta producir su primera obra a principios de los años 90 y consolidándose como un referente de la producción teatral estival.

Su carrera dio un giro hacia la política al incorporarse al Frente Renovador de Sergio Massa, fuerza con la que también estaba vinculada su esposa, Erica Gillette. Electo diputado provincial en 2015, tras una intentona fallida por la intendencia de General Pueyrredón, fue designado director de Aerolíneas Argentinas en 2019. Desde ese cargo, durante la pandemia, coordinó los vuelos de repatriación de futbolistas, momento donde, según se relata, forjó su vínculo con Tapia.

Faroni dejó Aerolíneas en febrero de 2022, en medio de denuncias por presunta corrupción. Previamente, en diciembre de 2021, la AFA había contratado a su empresa radicada en Miami, TourProdEnter LLC, como agente comercial exclusivo de los derechos de imagen y logística de la selección argentina en el exterior. Otra de sus firmas, Deportick, obtuvo el negocio de la venta de entradas.

Tras el título argentino en Qatar 2022, Faroni produjo la Expo de la Scaloneta en La Rural en 2023 y promovió el proyecto de la Universidad de la AFA. En 2024, adquirió el 80% del club italiano Perugia, de la tercera división, según reconstrucciones de la Agencia Noticias Argentinas (NA).

Frente a las publicaciones periodísticas que revelaron el presunto desvío de 42 millones de dórados, Faroni emitió un comunicado defendiéndose. En él, admitió su rol como agente comercial de la AFA pero desmintió categóricamente cualquier actividad irregular.