El Gobierno nacional dispuso mediante el Decreto 617/2025 la actualización por inflación del impuesto a los combustibles líquidos, estableciendo un cronograma en dos fases para aplicar los ajustes acumulados y pendientes. La medida, publicada este viernes en el Boletín Oficial, deroga las postergaciones de incrementos fiscales que estaban vigentes desde mayo de 2024.

A partir del 1° de septiembre, los montos fijos de estos impuestos se actualizarán trimestralmente según las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC. Durante la primera fase, que se extenderá hasta el 30 de septiembre, la nafta sin plomo y similares tendrán un incremento de $10,523 en el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos y $0,645 en el Impuesto al Dióxido de Carbono. El gasoil, por su parte, aumentará $8,577 (con un monto diferencial de $4,644 para ciertas áreas) y $0,978 respectivamente.

A partir del 1° de octubre, en una segunda fase, se aplicará el incremento total acumulado, que incluirá los remanentes de la actualización correspondiente al año calendario 2024 y a los primeros dos trimestres de 2025. Este esquema busca recuperar progresivamente los ajustes que habían sido diferidos en varias oportunidades mediante decretos anteriores.

La medida se enmarca en la necesidad del Gobierno de fortalecer las cuentas fiscales, particularly ante posibles demandas de financiamiento derivadas de leyes recientemente aprobadas por el Congreso. El decreto no especifica el impacto exacto en el precio final en surtidor, pero sienta las bases para una actualización regular de los componentes impositivos de los combustibles.