En la última encuesta nacional de Zuban Córdoba, realizada entre el 8 y el 11 de agosto sobre dos mil casos en todo el país, se preguntó: “¿Qué aprobación tiene del Gobierno Nacional?”. La respuesta arrojó un resultado clave: 56,0% aprueba la gestión, mientras que 43,4% la desaprueba y 0,6% no sabe.

Ese dato confirma que Javier Milei conserva un nivel significativo de respaldo ciudadano. Sin embargo, la misma medición expone un límite a ese apoyo: frente a la afirmación “Milei será reelecto”, un 58,1% de los encuestados se mostró en desacuerdo, contra un 37,9% que sí imagina un segundo mandato. La fotografía política es clara: Milei cuenta con un presente de aprobación, pero con un futuro electoral incierto.

Otro hallazgo central es la autodefinición política. Según Zuban Córdoba, 48,6% de los consultados se reconoce como “mileista”, mientras que 42,3% se define “anti-mileista” y el 9,1% restante no se ubica en ninguno de los polos. Esta división refleja un país partido en dos bloques de tamaño similar, con un oficialismo que logra fidelizar a su base pero que enfrenta un rechazo significativo.

El panorama electoral legislativo es igualmente ajustado: La Libertad Avanza mide 38,6%, apenas siete décimas por encima de Unión por la Patria (37,9%), con Juntos por el Cambio relegado al 8,3%. En este marco, cada punto de aprobación presidencial se vuelve decisivo para inclinar la balanza en octubre.

Finalmente, la encuesta refuerza la idea de que la confianza pública no se limita al gobierno de turno. El Hospital Garrahan, por ejemplo, registra 94,6% de imagen positiva y es considerado una prioridad nacional por el 82,7% de los argentinos, cifras que lo colocan como una de las instituciones más valoradas del país.

En síntesis, Milei aparece hoy como un presidente con un respaldo mayoritario en la gestión, pero condicionado por un escepticismo persistente respecto a su continuidad. La encuesta muestra un oficialismo fuerte en el presente, pero con su futuro abierto a disputa.