El gobernador Osvaldo Jaldo encabezó este martes la entrega de equipamiento policial y penitenciario valuado en $3.044 millones, en un acto que contó con la presencia de autoridades judiciales, legislativas y de seguridad. Entre los materiales distribuidos se incluyen 1.000 pistolas, 50 subfusiles, chalecos antibalas, escudos y tecnología de vigilancia.

Jaldo destacó que, en menos de dos años de gestión, Tucumán redujo sostenidamente sus índices delictivos y se ubica entre las tres provincias con mayor descenso en homicidios. Además, resaltó la creación de 2.250 nuevas plazas penitenciarias, con cuatro pabellones ya inaugurados en Benjamín Paz y otros en construcción. “Priorizamos seguridad porque la gente nos lo exigió”, afirmó.

El mandatario enfatizó la profesionalización de las fuerzas, recordando la creación del instituto de formación penitenciaria y la ampliación de cobertura territorial. “No hay improvisación: planificamos para proteger a quienes nos protegen”, sostuvo, dirigiéndose a agentes policiales y penitenciarios. También advirtió que su gestión será “inflexible” contra el narcotráfico, recuperando barrios ocupados por el crimen organizado.

El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, aseguró que el equipamiento permitirá cumplir tareas con mayor eficacia, mientras que Antonio Quinteros, director de Institutos Penales, valoró los chalecos antibalas de última generación: “Antes usaban cartones; hoy tienen protección real”. Por su parte, el jefe policial Joaquín Girvau anticipó más inversiones y agradeció el apoyo legislativo y judicial.

El acto cerró con un reconocimiento al operativo que rescató al suboficial Pablo Rodríguez tras una caída de 100 metros, ejemplo de la coordinación entre el Grupo Cero y el Servicio Penitenciario. Jaldo reiteró su compromiso con la autosuficiencia fiscal para sostener estas políticas: “Tucumán ya no depende de nadie”, concluyó.