El presidente Javier Milei defendió este viernes las denuncias penales presentadas contra cinco periodistas, argumentando que sus acciones responden a supuestos intentos de "espionaje" y no a un ataque contra la libertad de expresión. A través de su cuenta de X, el mandatario acusó a los comunicadores de tergiversar los motivos de las demandas y los calificó como "operadores mediáticos al servicio de los peores intereses".

En su publicación, Milei sostuvo que si un periodista "confiesa en un programa (por más pedorro que sea) que tiene intención de espiar al Presidente de la Nación", se trata de un "escándalo nacional" que excede el ejercicio legítimo de la profesión. "El espionaje es un delito y el que las hace las paga", afirmó, negando que exista un trato diferenciado para los trabajadores de prensa.

Los demandados esta semana son Jorge Rial, Fabián Doman, Mauro Federico (del canal Carnaval) y Nicolás Lantos (de El Destape), a quienes se acusa de injurias, calumnias y falsa imputación. Estas acciones se suman a las denuncias previas contra Carlos Pagni, Ari Lijalad y Viviana Canosa, marcando un patrón de confrontación con sectores de la prensa.

Milei insistió en que los periodistas "no son especiales" ni están por encima de la ley: "No viven en una torre de marfil", escribió, rechazando lo que considera una "victimización" de los acusados. La Justicia federal deberá ahora determinar si las imputaciones configuran delitos o corresponden al ámbito del debate público.