En un discurso que marcó el traspaso de la presidencia pro témpore del Mercosur a Brasil, el presidente Javier Milei lanzó un duro cuestionamiento al modelo actual del bloque, al que calificó de "elefantiásico" y "perjudicial para los consumidores". Durante la cumbre en Buenos Aires, el mandatario argentino defendió una apertura comercial radical y amenazó con revisar el rol de Argentina si no se avanza hacia esa dirección: "Iremos por la libertad, acompañados o solos", afirmó.

Milei criticó lo que llamó "la cortina de hierro" proteccionista del Mercosur, responsabilizándola de bienes más caros y de menor calidad para la región. Como balance de su gestión, destacó la ampliación de excepciones al arancel externo común y el acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), que conecta al bloque con economías de alto PBI per cápita (USD 95.000 anuales). También mencionó avances con la UE, Emiratos Árabes e India, aunque insistió en que "cada año sin más libertad comercial es un año perdido para crear empleo".

En un mensaje interpretado como dirigido a Lula da Silva —quien lo precedió en el uso de la palabra—, Milei propuso crear una agencia antidrogas del Mercosur frente al avance del narcotráfico, citando a facciones como el PCC brasileño. Además, exigió la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo detenido en Venezuela y reafirmó el reclamo por Malvinas, único punto de consenso con otros miembros del bloque.

Mientras Lula evitó confrontar y se limitó a los desafíos institucionales, Milei dejó en claro su postura: "Si prefieren persistir en un camino que no da resultados, flexibilizaremos las condiciones que nos unen". La advertencia sienta las bases para meses de tensiones en el bloque, con Argentina dispuesta a profundizar su giro liberal pese a las resistencias regionales.