El conflicto por el mal estado de las calles en San Miguel de Tucumán derivó en un duro cruce entre el presidente de la SAT, Marcelo Caponio, y el secretario de Obras Públicas municipal, Luis Lobo Chaklián. La pulseada comenzó cuando el funcionario comunal responsabilizó a la empresa provincial por las 142 pérdidas de agua que, según él, dañan el pavimento en distintos barrios. "No queremos más declamaciones, queremos respuestas", había exigido Chaklián.

La respuesta de Caponio fue contundente: acusó al municipio de instalar "carteles falsos" que atribuyen obras a la SAT y desmintió específicamente el caso del cráter en Marco Avellaneda y 24 de Septiembre. "Era una conexión pluvial de Belgrano Cargas, nuestros inspectores lo verificaron con testigos municipales presentes", afirmó, y disparó: "Lobo Chaklián miente y ni siquiera sabe diferenciar una pérdida de agua de una pluvial".

El titular de la SAT llevó el ataque al plano personal al recordar que el secretario "fue parte de gestiones que no planificaron obras pluviales en 20 años", y lo culpó por las ausencias municipales en reuniones técnicas: "La directora de Catastro no vino porque él no la autorizó". Además, reveló que 70 edificios se construyeron sin factibilidad hídrica, evidenciando falta de control urbanístico.

Chaklián, arquitecto y colaborador cercano de la intendenta Chahla, no replicó directamente a los dichos de Caponio, pero había insistido en que la SAT debe "dejar de prometer y empezar a gestionar". El cruce expone una grieta técnica y política entre la provincia y la comuna, donde los vecinos quedan en el medio: el 90% de sus reclamos sigue siendo por calles destruidas.