El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, confirmó que el Gobierno eliminará las licencias previas para la importación particular de vehículos nuevos y usados, reemplazándolas por un sistema de verificación técnica posterior. "Si un auto circula en EE.UU. o Europa, presumiremos que funciona aquí. Solo requerirá una VTV adaptativa", explicó durante una entrevista en Neura, donde sorprendió al encender un sable láser de Star Wars.

La medida busca abaratar costos para consumidores y sectores estratégicos como minería y energía. Sturzenegger destacó que ya se permitió la importación de maquinaria usada para Vaca Muerta, reduciendo hasta un 40% los gastos operativos. Sin embargo, no especificó plazos ni condiciones exactas para autos particulares usados, que aún están bajo análisis.

Pese a la simplificación, importar sigue siendo costoso. Un auto de USD 15.000 en origen puede superar USD 45.000 con impuestos (35% arancel, 21% IVA) y logística. Aunque se elimine el margen del concesionario (10-15%), los particulares enfrentan precios más altos en el exterior y fletes individuales elevados. "Las fábricas no venden directo; hay que comprar en agencias locales allá", advirtió un sector automotriz.

El anuncio refleja la política de liberalización comercial del Gobierno, aunque persisten dudas sobre su impacto real en el acceso a autos más económicos. Sturzenegger cerró con un guiño: "No necesito que las fuerzas me acompañen, sino a Javier", en referencia al ministro Caputo, clave en la gestión económica.