Las recientes derrotas electorales del PJ en Salta y Jujuy, donde la intervención kirchnerista fragmentó al peronismo, aceleraron las negociaciones para unificar al justicialismo tucumano de cara a las elecciones legislativas de octubre. El temor a una repetición del escenario, donde La Libertad Avanza capitalizó la división, llevó al oficialismo provincial, liderado por el gobernador Osvaldo Jaldo, a sumar al exintendente Germán Alfaro y su Partido de la Justicia Social (PJS).

Alfaro, quien en 2023 fue candidato a vicegobernador por Juntos por el Cambio, selló este viernes su regreso al PJ tras años de distanciamiento, incluidos conflictos con el exgobernador José Alperovich y el senador Juan Manzur. Fuentes cercanas al exmandatario confirmaron que el acuerdo se concretó en una reunión con Jaldo, luego de semanas de conversaciones.

El movimiento deja en una posición delicada a la actual intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, quien días atrás denunció irregularidades en la gestión de Alfaro, incluida una investigación judicial por el manejo de fondos públicos durante la pandemia. Sin embargo, desde el oficialismo insisten en que las diferencias fueron superadas en pos de la unidad.

La estrategia busca evitar que el espacio de Javier Milei repita en Tucumán el éxito logrado en otras provincias norteñas, donde la división peronista le permitió al oficialismo nacional ganar terreno. Con este pacto, el PJ provincial apuesta a consolidar un frente único ante un escenario electoral complejo.