Las torrenciales lluvias que azotaron la provincia de Buenos Aires desde el viernes dejaron un panorama crítico: más de mil autoevacuados, rutas anegadas y localidades bajo agua. Los partidos de Zárate y Campana fueron los más afectados, con precipitaciones de 250 mm que elevaron el nivel hídrico a 1,5 metros en algunas zonas. El gobierno bonaerense instaló un Comando de Incidencias en La Matanza para coordinar rescates y asistencia a damnificados.

El caos se extendió al tránsito: la Ruta Nacional 9 registra demoras de 90 minutos a la altura de Campana, mientras Vialidad Nacional cortó totalmente los tramos de las rutas 8 (km 98-168) y 9 (Baradero-Campana). En redes sociales circularon imágenes de autos flotando y barrios enteros inundados en Avellaneda, Lomas de Zamora y Merlo.

Las tormentas, que según el SMN continuarán con actividad eléctrica y granizo, ya causaron estragos en General Villegas (con granizos que destruyeron cultivos) y Chacabuco (donde seis personas fueron alojadas en el Hogar del Niño). Los municipios de Zárate y 9 de Julio activaron comités de crisis, suspendiendo actividades y realizando cortes preventivos en caminos.

Las autoridades reiteraron recomendaciones clave: evitar circular, no sacar residuos a la calle y cortar la electricidad si el agua ingresa a las viviendas. Mientras las fuerzas federales despliegan operativos en Campana y Zárate, el ministro de Seguridad Javier Alonso supervisa las tareas desde el centro de operaciones.