Un dramático operativo se desarrolló este viernes en Yerba Buena cuando un hombre con problemas psiquiátricos tomó como rehén a su hija de 3 años, amenazando con quitarle la vida y luego suicidarse. El hecho ocurrió alrededor de las 11 en una vivienda de Lamadrid 1100, cuando personal de la DINAyF y peritos médicos llegaron para cumplir una orden judicial de internación. Al detectar su presencia, el sujeto se atrincheró con un objeto cortante, desatando un operativo que incluyó a las fuerzas especiales.

El comisario inspector Héctor Marín, jefe de Zona II de la URN, detalló que se desplegó un dispositivo de seguridad con francotiradores, negociadores y un anillo policial para proteger la zona —cercana a una escuela—. El oficial principal Pedro Reyna, negociador del CERO, junto al psiquiatra particular del hombre, lograron establecer contacto tras horas de tensión. "El agresor no distinguía la realidad y creía que la sociedad estaba en su contra", explicó Reyna, quien destacó la labor del primer respondedor para recopilar datos clave.

La estrategia combinada permitió ingresar al domicilio, rescatar a la niña —entregada a su madre— y reducir al padre, quien fue trasladado al Hospital Obarrio para su internación. "Fue una situación crítica, pero el trabajo profesional evitó una tragedia", resaltó Marín. El subcomisario Alejandro Reyna explicó que se montaron puestos de observación y se cortó el tránsito para garantizar la seguridad durante la intervención.

Reyna, figura clave en la negociación, reveló que el hombre rechazaba inicialmente el diálogo, lo que obligó a actuar con táctica y paciencia. "El psiquiatra fue fundamental para entender su patología y generar confianza", señaló. El operativo culminó con éxito gracias a la coordinación entre el CERO, la Patrulla Motorizada, la Guardia de Infantería y la Guardia Municipal.

Las autoridades destacaron que este caso evidencia la importancia de la capacitación constante en crisis con rehenes. "Sin el entrenamiento previo y el trabajo interdisciplinario, el desenlace podría haber sido fatal", concluyó Reyna. La menor y su familia reciben ahora apoyo psicológico, mientras el padre enfrenta un tratamiento psiquiátrico especializado.