El Senado convirtió en ley el rechazo al proyecto Ficha Limpia tras una maratónica sesión de 10 horas y 36 discursos, donde la diferencia final fue de un solo voto (36-35). Los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce (Frente de la Concordia) emergieron como los nombres clave al alinearse con el bloque kirchnerista, replicando la estrategia que Carlos Rovira ya había aplicado en 2020 al bloquear una iniciativa similar en Misiones.

El resultado dejó al descubierto las tensiones internas del oficialismo. Mientras algunos equipos de Balcarce 50 aseguraban tener los votos, otros reconocían faltaban entre 4 y 5 apoyos. La derrota también frustró los planes del PRO, que buscaba capitalizar políticamente la aprobación para Silvia Lospennato, su candidata en las elecciones porteñas. "Lograron evitar que Lospennato se lleve el mérito", admitió una fuente libertaria.

El trasfondo revela complejas negociaciones cruzadas. La senadora Alejandra Vigo (UCR) denunció en redes un "acuerdo" entre el gobierno misionero y el nacional, evidenciado por la inclusión de una candidata libertaria en las listas provinciales. Paralelamente, el kirchnerismo intentó sin éxito incluir en la sesión un pedido de interpelación a Karina Milei por el caso Criptogate, demostrando el alto voltaje político del debate.

Con el archivo del proyecto hasta marzo de 2026, la derrota legislativa deja al Gobierno sin una de sus banderas anticorrupción en año electoral. El episodio refuerza la percepción sobre las dificultades de LLA para construir acuerdos legislativos, mientras el kirchnerismo celebra haber evitado lo que consideraban una "persecución política" contra Cristina Kirchner. La foto de Villarruel con gesto adusto durante la votación sintetizó el malestar oficialista.