El Gobierno enfrenta un lunes crítico en su intento por evitar un paro masivo de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), luego de que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) rechazara la última oferta salarial de las cámaras empresariales. Si no hay avances en las próximas horas, la medida de fuerza comenzaría este martes, afectando a millones de pasajeros en plena semana laboral.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, las empresas del sector ofrecieron tres sumas no remunerativas (40.000,40.000,50.000 y 70.000) a pagarse entre mayo y julio, pero el sindicato las consideró insuficientes. La UTA exige un salario básico de 1.700.000, argumentando que la inflación ha erosionado el poder adquisitivo de los trabajadores. "Ya no hay más tiempo; nuestros compañeros no pueden esperar respuestas tibias", advirtieron los delegados en un comunicado.

El conflicto escaló tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo. Los delegados de la UTA pidieron al Consejo Directivo Nacional que active un plan de lucha "urgente", incluyendo un paro por tiempo indeterminado hasta lograr un acuerdo. "El salario representa la dignidad de nuestras familias", remarcaron, señalando que las negociaciones han sido infructuosas.

Mientras tanto, el Gobierno evalúa estrategias para mediar y evitar la paralización del servicio. La huelga, de confirmarse, no solo impactaría en el AMBA, sino también en los servicios de media distancia, generando un nuevo frente de tensión en medio de la crisis económica. Las próximas horas serán clave para definir el rumbo del conflicto.