El proyecto de Ficha Limpia ingresa en su fase decisiva: la vicepresidenta Villarruel prepara para esta semana el tratamiento en el Senado de la polémica norma que impediría postularse a cargos electivos a quienes tengan condena firme por corrupción. Con los votos asegurados de los santacruceños Carambia y Gadano, el oficialismo confía en alcanzar la mayoría necesaria, aunque enfrenta el rechazo frontal de Unión por la Patria, que ve en la iniciativa un "lawfare electoral" contra Cristina Kirchner. La ex presidenta, condenada a 6 años en la causa Vialidad -fallo confirmado por Casación pero pendiente de revisión en la Corte-, sería la principal afectada si la ley se aprueba sin modificaciones.

La sesión promete alta tensión política: mientras el radicalismo plantea ampliar el alcance a otros delitos, el oficialismo insiste en mantener el texto original aprobado por Diputados para evitar vueltas legislativas. En paralelo, se tratarían los pliegos de los embajadores designados para EE.UU. y España, en una jugada que busca capitalizar el momento político favorable. Analistas señalan que, más allá del debate jurídico, la pulseada refleja la estrategia del Gobierno por reconfigurar el tablero electoral de 2025.

Con el reloj corriendo, todos miran a la Corte Suprema: aunque la ley podría sancionarse esta semana, su aplicación inmediata a CFK dependerá de que los magistrados ratifiquen su condena. Mientras Villarruel acelera el proceso legislativo, la oposición prepara recursos constitucionales, anticipando una batalla judicial que podría extenderse hasta las próximas elecciones.