POLITICA
28 de febrero de 2025
UCR Tucumán: la interna eterna y el sueño de ganarle al peronismo (algún día)

Unos quieren seguir la tradición, otros se acercan a Milei, los radicales tucumanos siguen debatiendo si prefieren perder juntos o separados.
El radicalismo en Tucumán enfrenta un dilema tan parecido al que ocurre hoy a nivel nacional que hasta podría pensarse que están siguiendo un libreto preescrito. Por un lado, están los radicales que siguen abrazando su viejo ideario, en consonancia con la línea de pensamiento de su presidente, Martín Lousteau, y que confrontan en varias cuestiones con el Gobierno nacional. Por otro lado, existe un grupo reducido de correligionarios que son más permeables a las ideas que han surgido en los últimos tiempos y que coinciden con la mayoría de las medidas que lleva adelante el presidente Javier Milei.
Esas son las disidencias que tiene hoy la Unión Cívica Radical de Tucumán. Son temas que deberán resolver de cara a los comicios de este año, si es que quieren conformar un frente o una lista para competir en las elecciones a diputado. Porque claro, si algo ha quedado demostrado en la historia del radicalismo es que las internas son más difíciles que cualquier contienda con el peronismo.
Uno de los sectores más permeables a las ideas liberales, como es el caso del diputado Mariano Campero, hizo un llamado a los “radicales liberales” para competir. Un movimiento audaz, si se tiene en cuenta que su propio partido ya lo había dejado afuera, expulsándolo por votar en contra de la ley de financiamiento universitario y la recomposición del salario de los jubilados. Pero claro, en política nadie se jubila y las segundas (o terceras) oportunidades siempre están a la vuelta de la esquina.
Por otra parte, con una estrategia un poco más abierta y jugando al gran armador, el legislador José “Pepe” Seleme llamó al consenso y al diálogo para formar un frente amplio que le dé pelea al peronismo tucumano en estas elecciones y que sirva como plataforma para las elecciones del 2027. No contento con eso, ya se lo vio reunido con una parte de La Libertad Avanza que se denominaría "La Catalán", el cual responde al viceministro de Gabinete, el tucumano Lisandro Catalán. Si algo no le falta a la política tucumana es creatividad para los nombres de los espacios.
Habrá que ver qué pasa, porque al sector más conservador de la Unión Cívica Radical de Tucumán no le resulta simpático este coqueteo de algunos radicales con el Gobierno nacional. Pero tampoco es que tengan muchas cartas en la mano: se enfrentan al dilema de modernizarse o quedarse atrapados en una estructura que, elección tras elección, los deja con premios consuelos.
El futuro del radicalismo en Tucumán es incierto y lleno de desafíos. La pregunta que queda en el aire es si podrán unificar sus filas a tiempo para presentar una propuesta electoral sólida, o si las divisiones internas los llevarán a resultados flacos frente al peronismo. O peor aún: a quedar atrapados en su propio laberinto de purismos ideológicos y viejas rencillas. En un año crucial, la UCR tiene que decidir si se fragmenta aún más o si encuentra un camino claro hacia la unidad. Porque, al final del día, de poco sirve debatir entre tradición y modernidad si el destino sigue siendo el mismo: el banco de suplentes de la política tucumana.
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