Durante el tratamiento en la Legislatura del DNU del gobernador Osvaldo Jaldo, que autoriza la compra de 100 colectivos para el sistema de transporte público, el legislador José Seleme (UCR) criticó la gestión del transporte público en Tucumán y señaló que el sistema está en una "crisis terminal", calificando la medida del gobierno como una solución "superficial" que no aborda el problema de fondo.

El parlamentario radical describió el estado actual del transporte interurbano: “El sistema está colapsado: empresas quebradas, subsidios mal administrados, empresarios que se enriquecen mientras el servicio se deteriora tras 20 años de desidia y abandono”. Los colectivos, señaló, "están en condiciones deplorables y no existe ningún control sobre su funcionamiento".

Para Seleme, una consecuencia de esta crisis es la aparición de los "autos rurales", un transporte alternativo no regulado que los tucumanos han tenido que adoptar debido a la ineficiencia de las empresas de colectivos. “Las unidades están destruidas y los pasajeros deben esperar eternamente porque nadie controla los horarios. Esto obliga a los usuarios a recurrir a los autos rurales, con todos los riesgos que ello implica", explicó el legislador.

Crítica al DNU de Jaldo

En referencia al decreto del gobernador Jaldo, Seleme fue tajante: "No es función del gobierno comprar colectivos. Esa es responsabilidad de las empresas prestadoras del servicio, que deberían garantizar vehículos modernos y confortables". Añadió que el simple reemplazo de subsidios por la compra de nuevas unidades "sin un análisis profundo" solo aumentará la brecha entre el costo operativo y el precio del boleto. "Si no conocemos el verdadero costo del boleto, ¿cómo vamos a subsidiar eficientemente?", cuestionó.

El legislador también advirtió que los $40.000 millones de pesos proyectados para 2024 no serían suficientes para cubrir las necesidades del sistema. "Agregar la amortización de estos colectivos nuevos solo incrementará la dependencia de subsidios", advirtió.

Soluciones alternativas

Seleme sugirió que recurra a alternativas que permitan a las empresas adquirir nuevas unidades sin que el Estado asuma la totalidad del costo. Propuso que la provincia actúe como garante de créditos bancarios o promueva esquemas de leasing para que los empresarios inviertan en mejorar el servicio.

Asimismo, planteó un cambio en el tipo de combustible de los colectivos, pasando del gasoil al GNC, lo que reduciría en un 50% el costo del combustible, en un 40% el costo operativo y las emisiones contaminantes. Con estas medidas, explicó, sería posible eliminar los subsidios.

Finalmente, Seleme lamentó que los subsidios se hayan vuelto "sinónimo de corrupción" en el país, desincentivando a las empresas a mejorar el servicio. En lugar de seguir subsidiando a las empresas, el legislador propone que el Estado subsidie directamente a los usuarios más vulnerables mediante sistemas como la SUBE.