Desde el 2003, los presidentes del Banco Central de Argentina duran, en promedio, dos años. Esto sucede en muy pocos país y nos demuestra, de manera muy simple, la falta de independencia de nuestro Banco Central por intromisiones del Poder Ejecutivo.

¿Y por qué es importante que el Banco Central sea independiente?

Vemos primero cuáles son sus funciones y sus objetivos.

1. Controlar la inflación y preservar el valor de la moneda con instrumentos de política monetaria, como la administración de la cantidad de dinero que hay en la economía o la tasa de interés.
2. Garantizar la estabilidad del sistema financiero, a través de regulaciones que afectan qué pueden y qué no pueden hacer los bancos.
3. Custodiar las reservas internacionales.
4. Regular el mercado de crédito.
5. Proteger los ahorros de las personas.
6. Administrar las fluctuaciones de la actividad económica.

Mantener distancia del Poder Ejecutivo es fundamental porque, en determinado momento, el gobierno de turno puede impulsar políticas que vayan en contra de estos objetivos con fines únicamente electorales.

Puede, por ejemplo, bajar las tasas de interés en época de elecciones para inducir un mayor nivel de actividad, algo que podría generar inflación y dañar la capacidad de ahorro de las personas; aumentar el gasto público y financiarlo con emisión monetaria, también generando inflación; o incluso buscar una mayor inflación que licúe el valor real de la deuda pública, perjudicando a los ahorristas y a los trabajadores que ven caer el valor de su poder adquisitivo.

Entonces, ¿cuál es el desempeño del Banco Central argentino con estos niveles de volatilidad?

 Miremos algunos datos. Las reservas netas son las divisas en billetes que, efectivamente, puede usar el Banco Central día a día en el mercado. Este año han llegado a ser negativas.

A pesar de las liquidaciones récord del campo y del buen desempeño exportador del país, Argentina no pudo acumular reservas internacionales en estos últimos dos años.

Además, en los últimos 15 años, los gobiernos usaron más de 73.000 millones de dólares de reservas internacionales del Banco Central.

La emisión de billetes para pagar aumentos en el gasto y de intereses de la deuda en pesos aumenta vertiginosamente.

El resultado es predecible: inflación de casi un 90% anual que destruye el salario y el ahorro de todos los argentinos.

Para que nuestra moneda nacional vuelva a tener verdadero valor es necesario que el Banco Central se mantenga independiente y evite la emisión crónica que hoy utiliza para cubrir el déficit fiscal.