La regulación de las aplicaciones de transporte en San Miguel de Tucumán, sancionada este jueves, traza un camino claro dentro de los límites de la capital. Sin embargo, el verdadero alcance de la norma dependerá de un factor externo: la adhesión de los municipios vecinos que conforman el área metropolitana.

La ordenanza que crea el Sistema Único de Transporte de Pasajeros en Automóvil (SUTRAPA) permite operar legalmente a plataformas como Uber, Didi y Cabify, pero con una restricción territorial: los conductores registrados en la Capital solo podrán tomar viajes que se originen y circulen dentro de su jurisdicción. Esta limitación, que respeta las autonomías municipales, ya genera un problema práctico reconocido por los propios choferes: muchos recorridos terminan en localidades como Yerba Buena, Tafí Viejo, Las Talitas o Banda del Río Salí, obligándolos a regresar sin pasaje.

Ante este escenario, el gobernador Osvaldo Jaldo anticipó que la Provincia promoverá mecanismos para incentivar la regularización homogénea en todas las jurisdicciones. El objetivo declarado es evitar un mosaico normativo que complique la operación de los conductores y la supervisión de las autoridades.

La norma capitalina, aprobada por unanimidad tras un extenso debate, funciona así como un modelo piloto y un llamado de atención a los concejos deliberantes vecinos. Su reglamentación, que debe realizarse en un plazo de 60 a 90 días, avanza en paralelo a las expectativas sobre la posición que adoptarán los demás intendentes. La coordinación metropolitana se perfila como el próximo paso indispensable para que la regulación del transporte por aplicaciones sea plenamente efectiva en toda la región.