Walter “Petiso David” Lobo, identificado como integrante del clan Los Gardelitos, enfrenta la situación judicial más compleja de su vida tras ser acusado por primera vez en una causa vinculada al narcotráfico. Actualmente detenido en una dependencia de la Policía Federal en Barrio Norte, el imputado podría ser procesado por tenencia de drogas, mientras su entorno familiar es investigado por amenazas y presunta venta de estupefacientes.

La Justicia Federal evalúa su traslado a un penal fuera de la provincia, luego de que fuera catalogado como reo de alta peligrosidad debido a sus supuestos vínculos con el narcotráfico y su poderío económico, el cual habría ostentado en redes sociales. Según los fundamentos de la medida, este perfil demostraría capacidad para sobornar o presionar a testigos.

El caso se precipitó tras allanamientos ordenados por la Justicia Federal que derivaron en el hallazgo de cinco kilos de marihuana en una de las viviendas vinculadas a Lobo. Las medidas se ejecutaron en el marco de la investigación por el tiroteo ocurrido en septiembre en una fiesta electrónica en Tafí Viejo, donde se enfrentaron Javier “Chuky” Casanova y Facundo Ale, líderes de dos grupos antagónicos. Si bien “Petiso David” no participó directamente del episodio, fue señalado como aliado de Casanova, lo que motivó su seguimiento policial.

Lobo, figura conocida en el bajo mundo tucumano pero sin condenas firmes hasta el momento, fue detenido horas después de que el Gobierno ofreciera una recompensa de 20 millones de pesos por información sobre su paradero. Su arresto marcó un nuevo capítulo en la histórica rivalidad entre Los Gardelitos y el clan Ale.

El acusado cambió recientemente de abogado y de estrategia de defensa. Su nuevo representante legal, Augusto Avellaneda, anunció que intentará demostrar que Lobo no residía en la vivienda donde fue secuestrada la droga, dejando atrás la versión inicial que alegaba que la sustancia había sido “plantada” por la policía. “Vamos a acreditar que no hay prueba directa que lo vincule con la marihuana encontrada”, aseguró el letrado, aunque reconoció que el procedimiento policial se encuentra debidamente documentado.

El cambio de estrategia se produjo luego de que dos testigos denunciaran presiones y amenazas por parte de allegados a Lobo. Uno declaró que intentaron sobornarlo para que modificara su testimonio, mientras que otro afirmó haber sido intimidado junto a su familia. A raíz de estas declaraciones, la investigación se amplió hacia el entorno del detenido.

Mientras tanto, “Petiso David” permanece en su celda a la espera de la resolución judicial que definirá su situación procesal, la cual podría incluir su envío a una cárcel federal.