Los tres diputados nacionales del bloque Independencia, que responden al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, se ausentaron de la sesión que trataba la ley de límites a los DNU, una decisión que resultó determinante para la victoria del oficialismo en la Cámara baja.

La falta de los legisladores Agustín Fernández, Elia Marina Fernández y Gladys Medina permitió que el artículo 3 del proyecto –que exigía la aprobación expresa de ambas cámaras para validar un DNU– no alcanzara la mayoría absoluta requerida, al quedar con 127 votos, dos por debajo del mínimo de 129.

Un giro en la estrategia política

La ausencia de la bancada tucumana marcó un cambio significativo en el posicionamiento del gobernador Jaldo, quien en los últimos meses había mostrado una línea más cercana al espacio opositor. Esta decisión devolvió a Tucumán a la órbita de influencia de la Casa Rosada en una votación crucial.

La maniobra se enmarcó en una estrategia broader del oficialismo, que articuló con varios gobernadores para conseguir abstenciones y ausencias que le permitieran modificar el punto más conflictivo de la ley para el Poder Ejecutivo.

Consecuencias inmediatas

Gracias a esta modificación, el proyecto deberá volver al Senado para su revisión, lo que le otorga al Gobierno un tiempo valioso. El cálculo oficial es que, cuando se trate el eventual veto presidencial, la nueva composición de las cámaras después de la renovación legislativa podría ser más favorable.

Mientras el peronismo consiguió 140 votos para la aprobación general de la ley, no pudo evitar que la modificación clave para el oficialismo prosperara, en parte por la decisión de la bancada tucumana de no participar de esta votación específica.