El sistema electoral argentino implementará un cambio radical en las próximas elecciones legislativas de octubre con la Boleta Única Papel. El procedimiento comienza cuando el presidente de mesa entrega al elector una boleta firmada en su dorso, junto con una lapicera, eliminando la necesidad de que el votante lleve su propio instrumento de escritura.

El votante se dirigirá a una cabina de votación -biombos de cartón que reemplazan al tradicional cuarto oscuro- donde marcará con una cruz, tilde o cualquier signo visible la casilla del partido político de su preferencia. La boleta muestra en columnas las nueve agrupaciones competidoras, con fotos de los dos primeros candidatos y sus nombres. Tras efectuar su elección, el elector doblará la boleta por la mitad y la depositará directamente en la urna, sin utilizar sobre.

En caso de cometer un error al marcar, el procedimiento permite solicitar una boleta de reemplazo. El presidente de mesa conservará la boleta defectuosa en un sobre especial para su posterior registro ante la Junta Electoral. El voto se considerará válido siempre que sea posible identificar la marca del partido elegido, mientras que la no marcación constituirá voto en blanco.

Las personas con capacidades diferentes contarán con cabinas accesibles ubicadas cerca de la salida de los establecimientos y podrán votar acompañadas si lo necesitan. Las autoridades recomiendan consultar el simulador disponible en las redes sociales de la Secretaría Electoral Tucumán para familiarizarse con el nuevo sistema antes de los comicios.