Dos proyectos de infraestructura crítica para la provincia, el Acueducto Vipos y la remodelación del aeropuerto Benjamín Matienzo, enfrentan postergaciones en sus procesos licitatorios por parte de la jurisdicción nacional. Las demoras mantienen en suspenso a las empresas constructoras y a la dirigencia política local, que observa el avance de las obras como una prioridad.

El Ministerio de Economía de la Nación postergó la apertura de sobres de la oferta económica para el Acueducto Vipos, inicialmente prevista para esta semana. La nueva fecha fue fijada para el lunes 25 de agosto, con el objetivo de que las empresas oferentes puedan completar documentación pendiente. La obra, financiada por el BID con una inversión de $127.000 millones, busca triplicar la capacidad del sistema de agua para más de 400.000 usuarios del Gran San Miguel.

En paralelo, la licitación para modernizar el aeropuerto Benjamín Matienzo, con un presupuesto de U$S 58 millones, también carece de una fecha definida para la apertura de ofertas económicas. Si bien siete empresas ya superaron la etapa de evaluación de antecedentes, el proceso avanza con lentitud. Entre las firmas precalificadas se encuentra una única UTE con participación de capitales tucumanos.

Frente a estas demoras, la Legislatura provincial evalúa un proyecto de declaración para instar a los legisladores nacionales a intervenir en defensa de estas licitaciones. Aunque de carácter no vinculante, la iniciativa busca ejercer presión política para que las obras, consideradas vitales para el desarrollo y la generación de empleo local, no queden relegadas en la agenda nacional.