Ayer se oficializó ante las autoridades electorales el frente Unidos por Tucumán, una alianza entre la UCR (intervenida por Hernán Rossi y Jorge Rizzotti) y el Partido Socialista, con el diputado saliente Roberto Sánchez como principal referente. La novedad fue la exclusión de Cambia Tucumán, el partido de Mariano Campero, pese a su cercanía con Sánchez. Dirigentes del flamante espacio aclararon que hasta el 7 de agosto podrán sumarse más fuerzas mediante adendas.

Sánchez, exintendente de Concepción y figura clave en las últimas elecciones, será el candidato a diputado nacional. Aunque apoyó algunas medidas del gobierno nacional, marcó diferencias en temas como la defensa de la universidad pública y el reclamo de fondos coparticipables. Lo acompañan legisladores radicales como José Cano y Silvia Elías de Pérez, exalfaristas como Claudio Viña, e intendentes como Alejandro Molinuevo.

El armado no estuvo exento de tensiones. Agustín Romano Norri, otro referente radical, criticó la falta de convocatoria a otros sectores del partido: "Parece que les sobran los votos", ironizó. Mientras tanto, Campero, aliado de LLA en Diputados, reforzó su distancia con la UCR nacional, liderada por Martín Lousteau, a quien responsabilizó por la alianza con el socialismo.

En lo programático, Cano adelantó que el frente priorizará el reclamo de fondos federales y la sanción de un presupuesto nacional. "La Argentina no puede seguir sin transferir recursos como el impuesto a los combustibles", afirmó, aunque sin descartar apoyos puntuales al gobierno de Milei. El espacio busca capitalizar el descontento provincial con la política de ajuste, pero deberá competir con el oficialismo local y la creciente presencia de LLA.