El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva inauguró este lunes 28 de julio la Usina Termoeléctrica GNA II, la mayor planta de generación a gas natural de Latinoamérica, ubicada en el Porto do Açu (Río de Janeiro). Con una inversión de 7.000 millones de reales (US$1.273 millones), la obra forma parte del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) y del mayor complejo gasífero del continente, con capacidad para abastecer a 14 millones de hogares.

La GNA II, que integra un complejo de tres gigavatios con inversiones totales por 12.000 millones de reales (US$2.182 millones), operará bajo un modelo de ciclo combinado, aumentando la eficiencia energética y reduciendo emisiones. Además, está diseñada para sustituir hasta el 50% de gas natural por hidrógeno, posicionándose como pionera en la transición energética regional.

Durante la inauguración, Lula afirmó que Brasil puede liderar la transición global: "Lo que antes parecía un sueño lejano, hoy es realidad". El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, resaltó que el proyecto refleja la confianza de inversores extranjeros en el país, alejándose del "capital especulativo" para priorizar empleo y crecimiento sostenible.

La planta utiliza agua de mar en su sistema de refrigeración —preservando recursos hídricos— y cubrirá el 10% de la generación nacional a gas. Su operación consolida a Brasil como un actor clave en energía limpia, aunque aún dependiente de combustibles fósiles en su matriz.