La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desató una crisis interna en el oficialismo al exigir públicamente a la vicepresidenta Victoria Villarruel que abandone la sesión del Senado convocada por la oposición. A través de redes sociales, Bullrich lanzó: "Levántese. No sea cómplice del kirchnerismo destructor", en un inusual cruce entre dos figuras clave del gobierno de Javier Milei.

El llamado de atención ocurrió mientras Villarruel presidía la sesión donde peronistas, radicales y bloques provinciales debaten proyectos de aumento jubilatorio, emergencia social y coparticipación de impuestos. Bullrich argumentó que la vicepresidenta debería "seguir del lado del pueblo que la votó para cambiar el país", en lugar de legitimar lo que calificó como "la corporación política más abyecta".

Fuentes del entorno de Villarruel señalaron a este medio que la vicepresidenta mantendrá su posición institucional: "No puede levantarse cuando hay quórum válido". Sin embargo, el episodio revela fracturas en la coalición gobernante respecto a cómo manejar el conflicto con el Congreso, donde el oficialismo es minoría.

Desde la Casa Rosada evitaron pronunciarse sobre el cruce, aunque voceros no oficiales admitieron que existe "malestar" por la estrategia de Villarruel de no bloquear físicamente la sesión. Mientras tanto, la oposición celebró la grieta: "Milei ni controla a sus ministros", ironizó un senador kirchnerista.

El incidente ocurre en horas clave: el Senado podría aprobar hoy las iniciativas que el Gobierno ya prometió vetar, llevando el conflicto a un nuevo nivel de escalada institucional. La pregunta ahora es si Villarruel responderá al ultimátum de su compañera de fórmula.