San Miguel de Tucumán estrena desde este viernes 4 de julio un nuevo esquema tarifario para taxis, con incrementos del 50% tras la "promulgación de hecho" de la ordenanza aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante. La intendenta Rossana Chahla optó por no firmar el decreto correspondiente, permitiendo que la normativa entrara en vigor automáticamente tras vencer el plazo de siete días hábiles, en lo que fuentes municipales interpretan como un intento de distanciamiento político ante el impopular ajuste.

Los nuevos valores fijan la bajada de bandera en $900 y $90 por cada 100 metros recorridos o minuto de espera, actualización que según el concejal José María Franco (PJ) responde a un petitorio formal del SUTRAPPA y a un estudio técnico basado en índices oficiales. "El IPC acumulado desde abril de 2024 arrojaba ese porcentaje", explicó el presidente de la Comisión de Transporte, quien destacó que el último aumento databa de hace catorce meses.

El proceso revela tensiones no declaradas: mientras el Ejecutivo municipal evitó avalar explícitamente la suba, los ediles insistieron en la necesidad de compensar el alza en repuestos, combustibles y neumáticos que afecta a los 2,800 taxis habilitados en la capital. Franco remarcó que la decisión buscó "equilibrar la sostenibilidad del servicio" sin perder de vista el impacto en los usuarios.

La medida llega en un contexto donde el transporte público acumula reclamos sectoriales. Datos del Ente de Movilidad indican que los taxis realizan 120,000 viajes diarios en la ciudad, siendo este el primer aumento pospandemia que supera el 30%. Mientras los permisionarios celebran, algunos usuarios ya manifestaron malestar en redes sociales, anticipando posibles ajustes en servicios de remis y plataformas digitales.