El abrupto levantamiento de la sesión en la Cámara de Diputados dejó al descubierto las tensiones entre el oficialismo y la oposición, con un saldo de insultos y acusaciones cruzadas. Fuentes del Gobierno admitieron off the record que el resultado les "convenía", ya que evitó el tratamiento de proyectos como la emergencia pediátrica en el Garrahan y el financiamiento universitario, que el Ejecutivo planeaba vetar. "Si sucede, conviene", reconoció un referente de La Libertad Avanza (LLA).

El conflicto se desató cuando diputadas de Unión por la Patria (UxP) confrontaron al libertario José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto, acusándolo de bloquear iniciativas sociales. El oficialismo, por su parte, aseguró que la oposición tampoco quería debatir temas como la baja de retenciones o el juicio por jurado. El presidente Javier Milei rápidamente capitalizó el episodio, vinculándolo con su discurso contra el kirchnerismo: "En octubre podemos terminar con ese castigo social llamado kirchnerismo", publicó en redes.

Aunque la oposición logró aprobar dos emplazamientos al Gobierno, en el oficialismo consideraron que fue "el mal menor". El incidente también tuvo un trasfondo electoral: Milei y sus aliados buscan posicionar a Espert como candidato en Buenos Aires, mientras el kirchnerismo carga contra sus declaraciones polémicas, incluidos insultos a la hija de Cristina Kirchner semanas atrás.

El episodio refleja la polarización en el Congreso, donde ambos bandos acusan al otro de obstruccionismo. Mientras diputadas como Juliana Santillán (LLA) y Florencia Carignano (UxP) protagonizaron los cruces más virales, el Gobierno insiste en que la oposición busca "show político" en lugar de diálogo. La sesión fracasada deja un escenario enrarecido de cara a los próximos debates legislativos.