El robo del celular al gobernador Osvaldo Jaldo durante un acto en La Cocha despertó sospechas en el entorno oficial: ¿se trató de un simple hurto o de un hecho dirigido contra el mandatario? El Ministerio Público Fiscal ya investiga el episodio, mientras se evalúa reforzar las medidas de seguridad del titular del Poder Ejecutivo. El incidente ocurrió cuando una mujer le sustrajo el teléfono del bolsillo del saco mientras saludaba a vecinos, un momento captado por cámaras que permitió su rápida identificación y detención.

La sospechosa, identificada como posible puntera oficialista de Alberdi, no tenía antecedentes y devolvió el dispositivo una hora después. Sin embargo, el contexto genera interrogantes: La Cocha se ubica a solo 20 km de Alberdi, municipio intervenido hace 10 días por presuntos vínculos de exfuncionarios con el narcotráfico. Entre los investigados figuran el exintendente Luis Campos y su esposa, la legisladora Sandra Figueroa.

Este no es el primer episodio que involucra a Jaldo en situaciones de riesgo. Previamente, recibió amenazas junto a jueces y fiscales en un audio atribuido a Miguel "Miguelón" Figueroa, presunto narcotraficante. Además, en mayo se descubrió que una influencer usó su identidad para importar ropa desde EE.UU., caso por el que fue procesada.

El jefe de Policía, Joaquín Girvau, confirmó que "se está analizando todo", incluido el protocolo de custodia. Mientras el fiscal Fabián Assad avanza con la causa, el gobierno provincial no descarta que el robo pueda estar vinculado a su reciente intervención en Alberdi, un movimiento que habría generado tensiones políticas. La línea entre inseguridad cotidiana y retaliación política parece más difusa que nunca en Tucumán.