El ministro de Gobierno de Tucumán, Regino Amado, minimizó el impacto político del encuentro entre el exgobernador Juan Manzur y la intendenta Rossana Chahla, insistiendo en leerlo como un paso hacia la "unidad del peronismo" que promueve el gobernador Osvaldo Jaldo. "Siempre que se esté trabajando por la unidad, bienvenido sea", afirmó, desvinculando el hecho de cualquier pulseada interna por candidaturas.

Amado destacó que ambos referentes —Manzur, cercano al kirchnerismo, y Chahla, aliada de Jaldo— tienen "funciones públicas que cumplir" y libertad para gestionar agendas. Incluso comparó el acercamiento con los que el propio exmandatario mantuvo con el gobierno de Mauricio Macri: "Fueron diálogos institucionales, como los que hoy busca Jaldo con Milei", señaló, reforzando la idea de que no implican coincidencias ideológicas.

El funcionario aprovechó para reiterar el discurso pragmático del actual gobierno provincial: "No somos del mismo partido que el Presidente, pero hay que conversar lo que Tucumán necesita". Sin embargo, evitó profundizar sobre cómo impactará el gesto en la interna por las listas a diputados, limitándose a enfatizar que la prioridad es "gobernar para los 1.9 millones de tucumanos".

Aunque Amado insistió en despolitizar el encuentro, su analogía con el pasado macrista de Manzur no pasó desapercibida, dejando entrever que la gestión actual busca capitalizar cualquier acercamiento como parte de su estrategia de diálogo transversal, incluso con sectores opositores.