Más de 1.100 panaderías cerraron sus puertas en Argentina desde fines de 2023, según confirmó Martín Pinto, representante de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN). La caída del consumo, sumada al aumento de costos fijos como alquileres y servicios públicos, junto con la devaluación de diciembre pasado, fueron los principales factores que llevaron a esta crisis en el sector, con la consecuente pérdida de miles de puestos de trabajo.

En Tucumán, la situación no es diferente. Pablo Albertus, presidente del Centro de Industriales Panaderos de la provincia, calificó el informe nacional como "duro, cruel y verídico", y detalló que la actividad viene disminuyendo año tras año. "Este último año se acentuó el aumento en los costos de materias primas y la energía, lo que generó una menor rentabilidad y llevó a muchos a buscar otras alternativas", explicó.

Albertus señaló que los precios de los insumos y los servicios quedaron "desfasados" respecto a lo que el sector solía manejar, afectando aún más la viabilidad de los negocios. La combinación entre menores ventas y mayores gastos operativos ha obligado a muchos panaderos a reconsiderar la continuidad de sus emprendimientos.

A nivel nacional, la CIPAN alertó sobre el riesgo de que más establecimientos sigan el mismo camino si no se toman medidas para aliviar la carga impositiva y los costos energéticos. Mientras tanto, en Tucumán, el gremio local sigue de cerca la evolución del sector, aunque sin expectativas de una recuperación inmediata ante el actual escenario económico.