El Tribunal Nacional de Ética (TNE) de la Unión Cívica Radical (UCR) resolvió, por mayoría, expulsar a los diputados nacionales Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat tras considerarlos responsables de conductas que lesionaron gravemente la dignidad del partido. La decisión fue tomada en una reunión celebrada en la sede del Comité Nacional de la UCR en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El proceso disciplinario que derivó en la expulsión de los tres legisladores comenzó con su suspensión preventiva en septiembre, y concluyó que sus acciones fueron deliberadamente provocadoras, afectando negativamente la imagen pública de la UCR. Entre los hechos cuestionados, se destaca la visita de los diputados a la Casa Rosada el 10 de septiembre, donde se reunieron con el presidente Javier Milei y otros funcionarios nacionales.

El encuentro, que fue ampliamente difundido por redes sociales y medios de comunicación, se produjo un día antes de la sesión en la que se rechazó un veto presidencial a un proyecto impulsado por el bloque radical. Las fotos oficiales del encuentro, incluyendo una "selfie" festiva, fueron vistas por el TNE como una acción destinada a generar un impacto mediático que desafiaba las posturas oficiales del partido.

Además, la votación en la que los diputados rechazaron el veto a la Ley de Movilidad Previsional y Seguridad Social fue considerada como un cambio de postura que comprometió la unidad ideológica y política de la UCR. Según el fallo mayoritario, firmado por Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi, los actos de los legisladores no solo contravinieron los principios éticos del partido, sino que también afectaron su reputación ante la ciudadanía.

El fallo también resaltó la importancia de los partidos políticos en la democracia constitucional y la necesidad de adherir a los principios y respetar la disciplina interna para mantener la identidad del partido. En su voto en minoría, Ricardo Barrios Arrechea cuestionó la severidad de la sanción y propuso una suspensión temporal, considerando el contexto político adverso en el que se encuentra la UCR.

Con esta decisión, la UCR envía un mensaje claro de firmeza frente a lo que considera una traición a sus valores históricos, que incluyen la defensa de políticas clave como la movilidad jubilatoria y el financiamiento universitario, afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad.

A pesar de la expulsión, los diputados sancionados aún pueden recurrir la medida ante instancias externas, aunque su futuro dentro del partido parece cada vez más incierto. En el documento no se incluyó una sanción definitiva para Pablo Cervi, otro de los diputados que mostró su apoyo a los vetos, quien tendrá un plazo para presentar su descargo la próxima semana.

Fuente: Enterate