En un extenso y crítico análisis, el periodista deportivo Gonzalo Bonadeo desmenuzó el entramado de poder que sostiene a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y explicó por qué considera improbable cualquier cambio estructural en el organismo. Durante su participación en el programa “Somos Nosotros”, conducido por Guillermo Kohan, Bonadeo afirmó que las polémicas recientes, como la del título otorgado a Rosario Central, son apenas “la superficie de un problema mucho más profundo”.

El conductor sostuvo que, si bien la intervención de una federación nacional es viable ante pruebas sólidas de corrupción, en el caso argentino ese escenario es “prácticamente imposible”. Según su visión, esto se debe a los intereses globales que rodean a la Selección Argentina y a su capitán, Lionel Messi. “Nadie imagina a Gianni Infantino o a Alejandro Domínguez aceptando que se intervenga la federación donde juegan Lionel Messi y donde [Claudio] Tapia es un socio estratégico”, afirmó.

Bonadeo describió a la AFA como una entidad autárquica, integrada a una estructura internacional. “La AFA es el brazo argentino de la FIFA, del mismo modo que el Comité Olímpico Argentino lo es del COI”, explicó, señalando que esta característica la hace difícil de modificar desde la política nacional. Para ilustrar dinámicas similares, hizo referencia a casos históricos en otras federaciones y aludió irónicamente al expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram.

Respecto al conflicto por el título de Rosario Central, el periodista lo consideró un “síntoma” secundario. Llamó la atención sobre la postura del club Independiente, administrado por lo que describió como “dos personas de mucha confianza política” –en referencia a Néstor Grindetti y Cristian Ritondo–, que no se opuso a la decisión del Comité Ejecutivo de la AFA, a diferencia de Estudiantes de La Plata. Para Bonadeo, este dato expone “hacia dónde se alinean los intereses” dentro del mapa de poder del fútbol local.

Sobre el debate de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), el analista lo desestimó como una “bomba de humo”, comparándolo con la ley de divorcio: “Existe, pero nadie está obligado a divorciarse”, argumentó, para indicar que la mera existencia de un marco legal no implica una transformación forzosa.

Bonadeo también se refirió a la histórica problemática arbitral, recordando que “las trampas vienen desde antes del VAR” y que incluso en la década de 1940 se intentó traer árbitros ingleses. No obstante, advirtió que “con el VAR se ha dado la sensación de que la trampa se institucionalizó aún más”.

Finalmente, el periodista destacó la enorme distancia entre los conflictos dirigenciales y el rendimiento de la Selección Nacional. Afirmó que la “Scaloneta” funciona como un “blindaje” para la conducción de la AFA, ya que los éxitos deportivos amortiguan críticas que en otro contexto tendrían mayor impacto. En ese sentido, comparó la designación de Lionel Scaloni como un acierto histórico para la entidad, de un efecto comparable a las decisiones tomadas en su momento por César Luis Menotti y Carlos Bilardo.