El presidente Javier Milei avanza en la definición de los cambios en su Gabinete, con las salidas confirmadas de los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes mantuvieron hoy una reunión en la Casa Rosada con el asesor presidencial Santiago Caputo.

Si bien el encuentro se enmarcó en la coordinación del alerta fronterizo con Brasil, fuentes libertarias confirmaron que ambos funcionarios dejarán sus carteras en las próximas semanas y que el Presidente autorizó que sugieran a sus reemplazantes. Bullrich, electa senadora por la Ciudad de Buenos Aires, propuso a la actual secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, como su sucesora.

"El equipo del Ministerio se va a mantener", aseguraron en el entorno de la ministra, mientras que desde el oficialismo explicaron que "el Presidente concibe que la política contra la inseguridad y los piquetes han sido uno de los principales sellos de su gestión".

En el Ministerio de Defensa, la sucesión de Petri aún no está definida. Si bien se especuló con los nombres del jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, y de la jefa de Gabinete de Petri, Luciana Carrasco, fuentes del Edificio Libertador señalaron que el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Marcelo Rozas Garay, ya no forma parte de los considerados.

Otros movimientos en la estructura gubernamental

Manuel Adorni dejará la Secretaría de Comunicación y Medios, siendo reemplazado por el actual subsecretario de Prensa, Javier Lanari. Según fuentes consultadas, Adorni podría asumir un cargo de mayor jerarquía en la estructura ministerial, siendo considerado para la Jefatura de Gabinete.

El Ministerio de Justicia, a cargo de Mariano Cúneo Libarona, mantendrá su estructura actual, aunque se espera que el titular no se mantenga en el cargo por mucho tiempo más. La cartera de Seguridad no se fusionará con Justicia, manteniéndose como áreas separadas.

Fuentes del Gabinete consideran que los anuncios de la renovación ministerial "no pueden dilatarse mucho más", aunque reconocen que existe una "puja en la cúpula del Ejecutivo por los cargos más importantes de cara a la negociación con los gobernadores". La expectativa generalizada es que los cambios se produzcan "más temprano que tarde" para ordenar la coordinación de la gestión gubernamental.