Los comicios legislativos del pasado 26 de octubre reconfiguraron sustancialmente el mapa político argentino, consolidando una polarización entre el peronismo y La Libertad Avanza a nivel nacional, mientras en Tucumán el Frente Tucumán Primero reforzó su condición de bastión peronista al superar el 50% de los votos.

En la provincia norteña, el Frente Tucumán Primero obtuvo el 50.57% (524,057 votos), seguido por La Libertad Avanza con el 35.12% (363,885 votos), lo que determina un reparto de dos bancas para cada fuerza. El radicalismo, con la fórmula Unidos por Tucumán, alcanzó un magro 8.1% (83,926 votos), mientras Fuerza Republicana se derrumbó al 2.17% (22,490 votos).

Escenario nacional: crecimiento libertario y debacle radical

A nivel país, La Libertad Avanza consolidó su crecimiento con el 40.66% de los votos, superando a Unión por la Patria que obtuvo 31.70%. La alianza Provincias Unidas alcanzó un distante 6.95%, completando un escenario de fuerte polarización.

En la Cámara de Diputados, La Libertad Avanza y sus aliados escalaron de 37 a 93 bancas, mientras Fuerza Patria y aliados pasaron de 97 a 93. La UCR sufrió una caída histórica, reduciéndose de 13 a sólo 2 bancas, y el PRO bajó a 16 representantes.

El Senado también refleja cambios significativos: Fuerza Patria disminuyó de 26 a 18 bancas, mientras La Libertad Avanza irrumpió con 13 bancas donde antes no tenía representación. La UCR sumó cuatro bancas adicionales y los partidos provinciales aumentaron su representación en dos.

Los resultados confirman la reconfiguración del sistema político argentino hacia una dinámica bipolar, donde los espacios tradicionales y menores pierden peso frente al avance libertario y la resistencia peronista, estableciendo un nuevo equilibrio de poder que marcará la gobernabilidad en los próximos dos años.