La Legislatura de Tucumán se transformó este lunes en un inusual aula magna para cientos de jóvenes estudiantes, quienes participaron de una jornada educativa y científica que tuvo como eje central la divulgación de la investigación nacional. El evento, impulsado por el legislador Gabriel Yedlin, contó con la exposición de la Dra. Carla de Aranzamendi, una reconocida bióloga del CONICET que exploró recientemente los misterios del Mar Argentino.

La Dra. De Aranzamendi, integrante del Grupo de Estudios del Mar Profundo y participante de la Campaña Talud IV que estudió el Cañón Submarino Mar del Plata, fue la oradora principal. Previamente a su disertación en el parlamento provincial, fue recibida y distinguida en Casa de Gobierno por el vicegobernador a cargo del Ejecutivo, Miguel Acevedo.

Ante alumnos de instituciones como el Gymnasium UNT, la Escuela de Bellas Artes, la Escuela de Agricultura y la Escuela Técnica Vial, entre otras, la científica destacó el valor de la ciencia argentina. “En este contexto tan difícil de desfinanciamiento, venir a Tucumán, recibir este cariño y poder contar qué hacemos, para qué sirve la investigación científica, es un verdadero mimo al alma”, afirmó. Remarcó que la tarea del investigador no concluye en el laboratorio, sino que incluye “comunicar, compartir con la sociedad y despertar la curiosidad de los chicos sobre el valor del conocimiento”.

En su intervención, De Aranzamendi hizo una enfática defensa del sector: “Un país sin ciencia no existe, es un país pobre. Tenemos que seguir defendiendo lo que producimos en nuestro propio país y animar a los jóvenes a ser parte de eso”.

Por su parte, el legislador Gabriel Yedlin, acompañado por Augusto Bellomio, director del CONICET NOA Sur, subrayó el significado de abrir el espacio legislativo a la comunidad científica. “Desde la Legislatura buscamos abrir las puertas a la ciencia, a la educación y a la juventud, porque creemos que el conocimiento es la base del desarrollo”, expresó. Y agregó: “Cuando un Estado prioriza algo, pone gente, tiempo y recursos. Si no pone las tres cosas, no hay prioridad real. Por eso este acompañamiento tiene un valor simbólico y político muy grande”.

El impacto de la jornada se reflejó en los testimonios de los estudiantes. Corina Molina Figueroa, del Gymnasium Universitario, comentó: “Aprendí que Argentina tiene lugares hermosos para explorar, me gustaría estudiar biología marina”. En tanto, su compañero Nicolás Luna Uribe, valoró: “Nunca me imaginé poder charlar con científicos en persona. Es una experiencia muy linda para nosotros”.

La visita de la investigadora continuará con una agenda de actividades académicas en la Universidad Nacional de Tucumán, la Facultad de Ciencias Naturales y el Instituto Miguel Lillo.