Los mercados financieros internacionales continúan castigando con severidad a los activos argentinos en la previa de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires del próximo domingo. Las acciones argentinas en Wall Street registraron ayer nuevas caídas que en algunos casos superaron el 4%, mientras el riesgo país escaló hasta acercarse a los 900 puntos básicos, su mayor nivel en lo que va del año.

Las pérdidas se profundizaron en las últimas dos semanas debido a múltiples factores, según analistas: la incertidumbre electoral en la provincia de Buenos Aires sin un resultado claro, las iniciativas legislativas para aumentar el gasto público y el impacto del escándalo por los audios de Daniel Spagnuolo que involucran sospechas de corrupción en la compra de medicamentos. Un informe de TSA Bursátil destacó el contraste entre el retorno negativo del 32% del selectivo local frente a las ganancias de los principales índices globales y emergentes.

A pesar de este panorama negativo, algunos bancos de inversión como Morgan Stanley consideran que podría presentarse una oportunidad de inversión en el mercado local. Argumentan que los precios actuales ya incorporarían un escenario electoral adverso y que el potencial de caída adicional sería limitado, alrededor de un 10%, mientras que una recuperación podría ser significativa si el resultado electoral supera las expectativas del mercado.

Para los inversores, el escenario más favorable sería una derrota del oficialismo en Buenos Aires que no supere el 5% de diferencia en el total de las ocho secciones electorales. Cualquier resultado que mejore ese nivel, incluido un empate técnico o una victoria ajustada, generaría un impulso positivo en los activos. Mientras tanto, el equipo económico implementa intervenciones para contener la volatilidad cambiaria y mantiene la expectativa en un mejor desempeño electoral para las legislativas nacionales del 26 de octubre.