El consumo de los hogares argentinos mostró un notable repunte durante el primer semestre de 2025, con un crecimiento interanual del 45% respecto al mismo período de 2024. Así lo indica el nuevo Indicador de Consumo Familiar (ICF) elaborado por Poliarquía Consultores, que ubica a este semestre como el tercero con mayor nivel de consumo desde 2008, sólo superado por los segundos semestres de 2011 y 2015, ambos en años de elecciones presidenciales.

El ICF se basa en encuestas mensuales a nivel nacional, realizadas en más de 40 localidades, y se construye a partir de preguntas específicas sobre compras de electrodomésticos e indumentaria, categorías consideradas no esenciales, pero representativas del estado de la economía doméstica. La metodología permite medir el “humor social” a través de la experiencia directa de compra, un dato que incide fuertemente en la percepción de bienestar y, por extensión, en el apoyo político a los gobiernos.

Lo más llamativo del informe es que la expansión del consumo se observa con fuerza entre los sectores más vulnerables, lo que sugiere una mejora relativa en su capacidad de acceso a bienes y servicios. Este comportamiento, según Poliarquía, podría tener impacto en las dinámicas sociales y electorales si se sostiene en el tiempo. El contexto económico, aún con desafíos, comienza a mostrar indicios de recuperación en el plano del consumo cotidiano, uno de los factores más sensibles para el ciudadano común.