El Gobierno nacional prepara un nuevo acercamiento con gobernadores tras sufrir reveses legislativos clave esta semana, incluyendo dictámenes favorables a mejoras jubilatorias y cambios en la coparticipación de combustibles. Fuentes oficiales confirmaron que se coordinarán reuniones bilaterales remotas en los próximos días, con un posible encuentro presencial en Casa Rosada después del 9 de julio, aunque sin confirmar participantes.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, buscaría replicar el formato de la reunión fallida de hace dos semanas -que incluyó a mandatarios como Jalil (Catamarca) y Ziliotto (La Pampa)-, pero esta vez seleccionando cuidadosamente a los interlocutores. El objetivo es bajar la tensión tras la aprobación en comisión del Senado de proyectos que el oficialismo considera "inviables fiscalmente", aunque evitan críticas directas: "No nos consta que haya sido decisión de los gobernadores", matizó un funcionario.

La estrategia busca contener el malestar provincial expresado en el CFI y plasmado esta semana en acciones concretas: desde el quórum opositor en Diputados para la emergencia pediátrica hasta los avances en Presupuesto para ATN y combustibles. El Gobierno reconoce que necesita apoyos para sostener eventuales vetos, especialmente en el Senado, donde su relación con Victoria Villarruel complica la gestión legislativa.

Mientras tanto, los gobernadores mantienen su presión unificada. Tras las críticas públicas por la caída en la recaudación, lograron que sus iniciativas avanzaran simultáneamente en comisiones (jubilaciones, discapacidad y moratorias). El Ejecutivo insiste en que "falta mucho" para definiciones finales, pero la pulseada por el modelo fiscal ya tiene capítulos concretos en el Congreso.