El Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) habilitó este miércoles dos apelaciones cruciales en el caso Vialidad que ahora escalarán a la Cámara de Casación: la fiscalía insistirá en revocar la prisión domiciliaria de Cristina Kirchner para que cumpla su condena de 6 años en cárcel común, mientras su defensa impugnará el uso de la tobillera electrónica. La sala IV de Casación —integrada por Borinsky, Barroetaveña y Hornos— ya tenía previsto tratar el próximo lunes 7 de julio otro recurso sobre las visitas limitadas a la ex presidenta.

En paralelo, el TOF2 evalúa un pedido excepcional: autorizar al presidente brasileño Lula da Silva a visitar a Kirchner en su departamento de Recoleta, actual lugar de detención. La solicitud, presentada por el abogado Carlos Beraldi, añade un componente diplomático al proceso. Mientras, la fiscalía liderada por Diego Luciani sostiene que los delitos de "administración fraudulenta" no justifican el beneficio de domiciliaria.

La defensa argumenta que la tobillera viola el artículo 33 de la Ley de Ejecución Penal y exige un "control judicial amplio". "Se interpretó erróneamente la ley sustantiva", afirmaron, apelando al "doble conforme". Los jueces Gorini, Giménez Uriburu y Basso admitieron ambos recursos, pero sin suspender efectos: Kirchner mantendrá su régimen actual hasta que Casación se pronuncie.

La resolución llega en un momento crítico: Casación podría unificar los tres frentes de apelación (visitas, tobillera y domiciliaria) en una sola decisión. El fallo marcará un precedente sobre el tratamiento penal de altos funcionarios condenados, en un caso que sigue redefiniendo los límites entre justicia y política.